Vivimos en una época donde las noticias vuelan más rápido que nunca. Abrís el celu, scrollás un poco, y pum: un titular escandaloso, una cadena de WhatsApp alarmante o un video que supuestamente “no quieren que veas”. ¿Pero cuántas de esas cosas son realmente ciertas?
En internet, la información no siempre viene con un cartel que diga “esto es verdadero” o “esto es inventado”. Y si no aprendemos a distinguirlas, terminamos compartiendo cosas falsas, contribuyendo al caos informativo. Por eso, en #internetEsCool, queremos hablar de un enfoque simple pero poderoso: el método SIFT.
¿Qué es SIFT?
SIFT viene del inglés y significa:
Stop – Investigate – Find – Trace

En español:
1) Pará un segundo
Cuando ves una noticia o publicación que te genera una reacción fuerte —como enojo, indignación, miedo o entusiasmo extremo— frená antes de compartirla.
Esas emociones intensas son justo lo que los algoritmos y ciertos creadores de contenido quieren provocar, porque nos hacen reaccionar rápido, sin pensar.
Si sentís algo muy fuerte, es una señal para poner pausa, no para apretar “compartir”.
2) Investigá la fuente
Antes de creer lo que ves o leés, mirá quién lo está diciendo.
¿Es una cuenta confiable? ¿Tiene trayectoria o es una cuenta nueva sin cara y sin contexto?
Un perfil que apareció hace dos días, con pocos seguidores y posteos, no debería tener autoridad sobre temas complejos como salud, política o ciencia.
Preguntate: “¿Esta fuente me inspira confianza? ¿La seguiría si no dijera algo que me impacta?”
3) Buscá otra cobertura
No te quedes con una sola versión de la historia. Si algo es realmente importante o verdadero, va a aparecer en varios lugares distintos.
Si solo lo publica una página dudosa o una cuenta anónima, probablemente sea una exageración o directamente mentira.
Tip práctico: googleá el titular o tema para ver si otros medios también lo cubren. Si nadie más lo menciona, sospechá.
4) Rastreá el origen
Muchas veces los contenidos están recortados, sacados de contexto o distorsionados.
Lo que parece una frase polémica o un dato impactante, puede cambiar completamente cuando lo ves en su contexto original.
Buscá el video completo, el estudio científico, o la entrevista entera. Ir a la fuente siempre aclara las cosas.
¿De dónde sale este método?
El método SIFT fue creado por Mike Caulfield, un educador e investigador de alfabetización digital en Estados Unidos. Caulfield notó que muchas estrategias tradicionales para detectar noticias falsas eran lentas, complejas o poco efectivas frente al bombardeo de información actual.
Por eso desarrolló SIFT: una forma ágil y práctica de enseñar a cualquier persona, incluso sin experiencia previa, a verificar contenido online.
Lo diseñó especialmente para estudiantes universitarios, pero rápidamente se volvió útil para cualquiera que navegue internet todos los días.
Buenas prácticas que ya existen (y que podés usar)
Algunas plataformas están empezando a implementar herramientas para ayudarnos a pensar antes de compartir. Por ejemplo:
X (antes Twitter) probó una función que sugiere leer una nota antes de retuitearla si no hiciste clic en el enlace. Esta función llevó a un 40% más de aperturas de artículos y se convirtió en permanente.
Instagram implementó un programa de verificación de hechos en colaboración con verificadores externos. Según Meta, cuando una publicación es marcada como "falsa", se muestra una advertencia y se reduce su visibilidad en la plataforma.
No es magia ni censura: son pequeños recordatorios que apuntan a lo mismo que propone SIFT.
Porque el problema no es solo la desinformación, sino cuán rápido la compartimos sin pensar.
Conclusión
Porque en la era digital, todos somos nodos en una red. Cada vez que compartís algo sin chequearlo, te convertís en parte del problema. Pero cuando decidís frenar, investigar y entender, hacés que internet sea un lugar más sano e inteligente.
No se trata de desconfiar de todo, sino de aprender a confiar en lo que se lo merece.
Y eso, definitivamente, es cool.