Hoy usamos aplicaciones, sitios web y sistemas inteligentes como si siempre hubieran estado ahí. Pero la historia de la programación es también la historia de cómo pasamos de hablar entre humanos… a hablar con máquinas.
Mucho antes de las computadoras
Aunque parezca raro, la idea de programar es más antigua que las computadoras. A principios del siglo XIX, una matemática llamada Ada Lovelace escribió lo que hoy se considera el primer algoritmo pensado para una máquina.
Lo hizo para la máquina analítica, diseñada por Charles Babbage. Aunque nunca se construyó por completo, Ada imaginó cómo darle instrucciones paso a paso. Por eso, muchos la consideran la primera programadora de la historia.
Tarjetas perforadas y máquinas textiles
En esa misma época, en Francia, se usaban tarjetas perforadas para controlar telares automáticos. Cada tarjeta le decía a la máquina qué patrón de tela debía seguir. Esta idea de dar instrucciones físicas se convirtió más tarde en la base de cómo se le “habla” a una computadora.

Nace la computadora moderna
Avanzamos al siglo XX. Durante la Segunda Guerra Mundial, se construyeron las primeras computadoras electrónicas, como la ENIAC (en EE.UU.) o Colossus (en Reino Unido). Se programaban conectando cables o usando tarjetas perforadas.
Quienes hacían este trabajo eran, en su mayoría, mujeres. Una pionera fue Grace Hopper, creadora del lenguaje COBOL y promotora del uso de lenguajes comprensibles para humanos.
De hablar con cables a hablar con palabras
Al principio, programar era escribir en código máquina: ceros y unos. Luego vinieron lenguajes más comprensibles:
Assembler
Fortran, BASIC, Pascal
C (base de muchos lenguajes actuales)
Y más modernos como Python, JavaScript, Ruby, etc.
Entonces… ¿qué es programar?
Programar es darle instrucciones a una máquina, paso a paso, para que haga algo. Desde mostrar un mensaje hasta procesar millones de datos. La esencia sigue siendo la misma: decidir qué queremos que una máquina haga, y expresarlo de forma precisa.
¿Por qué importa esta historia?
Porque entender los orígenes de la programación te permite ver que:
No es magia: es lógica, lenguaje y creatividad.
No empezó en Silicon Valley, sino con ideas, mujeres pioneras y telares.
Todos pueden aprenderla, sin importar edad ni experiencia.
¿Querés empezar a programar?
En #internetEsCool vas a encontrar artículos paso a paso, recursos gratuitos y explicaciones simples para que empieces sin miedo.
Porque programar no es solo para expertos. Es para cualquiera que quiera crear con tecnología.